Criterios del modelo EFQM. Criterio 3: Personas.

Modelo EFQM

El modelo EFQM, en el progreso de los agentes que facilitan el camino hacia la excelencia, habla en primer lugar del liderazgo como base de cambio, en segundo lugar, de la estrategia como mecanismo que conduce a ese cambio y, en tercer lugar, habla de las personas como implicados principales en ese cambio.

Este mecanismo facilitador trata sobre cómo la organización desarrolla, gestiona y saca partido de las personas de la empresa y el entendimiento de las mismas, observándolas tanto a nivel individual como de equipos de trabajo o el global de la empresa.

Este aprovechamiento, gestión y desarrollo en la empresa obedecerá a cómo se estructuran las actuaciones relacionadas con estos ámbitos, cómo estas secundan la política y la estrategia y de lo eficiente que resulte el movimiento de los procesos de la misma.

Según describe el modelo EFQM: “Los mejores resultados para los clientes, para su personal y para la sociedad, se consiguen mediante el ejercicio de un liderazgo que impulse permanentemente su política y estrategia, la gestión de sus empleados, de las alianzas y sus recursos, así como de sus procesos hacia la consecución de la mejora continua de sus resultados globales”

Al igual que los demás criterios EFQM, se divide en sub-criterios que han de ser utilizados en la empresa y a los que se ha de mencionar:

3.1.- Gestión, planificación y mejora de los recursos humanos. En este sub-criterio se ha de dar respuesta a cómo la empresa actúa para:

• Incrementar estrategias, políticas y planes vinculados con los recursos humanos.
• Comprometer a los integrantes o con relación directa como portavoces en el funcionamiento de las mismas.
• Ordenar dichos planes con la estructura, estrategia y los procesos clave establecidos.
• Utilizar buzones de sugerencias, encuestas, entrevistas u otro tipo de información proveniente de los mismos empleados con el fin de hacer más óptima la estrategia, política y los propios planes de recursos humanos establecidos.
• Usar métodos de organización de carácter descubridor para la mejora de la forma de trabajar

3.2.- Evaluación, identificación y conservación del conocimiento y del talento de las personas de la empresa. En este sub-criterio, la organización deberá saber qué actuaciones va a desempeñar:

• Conocer cuáles son las aptitudes y habilidades profesionales solicitadas y los conocimientos necesarios en el transcurso de las actuaciones dentro de la empresa, así como el acondicionamiento de los mismos a la singularidad de la empresa.
• Mejorar los méritos solicitados para los puestos de trabajo.
• Suministrar la formación en las personas de acuerdo a sus puntos débiles de cada uno de ellos, así como de los requisitos de su actual o futuro puesto.
• Analizar la formación recibida para ver el grado de aprendizaje de cada persona, cómo ha repercutido dicha formación en su puesto de trabajo y a la empresa.
• Exponer las habilidades de la persona.
• Fomento del trabajo en equipo de las cualidades necesarias para la creación de ambientes de trabajo cooperativos.
• Formar los fines a nivel individual y de equipo a los de la empresa.
• Modernización de los fines anuales tanto de personas como de equipos.
• Valorar la productividad de cada persona y mejorarlo.

3.3.- Compromiso y obligaciones de las personas dentro de la organización. En este sub-criterio, la organización debe puntualizar que lleva a cabo para:

• Promover la colaboración de cada persona y de cada equipo en las actuaciones orientadas a la mejora de la empresa.
• Dar a conocer la creatividad y la innovación.
• Evaluar y delegar la eficiencia de estas delegaciones.
• Contribuir la implicación a toda la organización mediante la comunicación abierta como conferencias u otro tipo de actos.

3.4.- Progreso del dialogo entre la empresa y las personas. En este sub-criterio, la empresa deberá explicar las acciones que va a tomar para:

• Referir las necesidades respecto a la comunicación con los trabajadores de la empresa.
• Establecer planes en función a estos requisitos de comunicación.
• Realizar “benchmarking” a nivel interno.

3.5.- Identificación y recompensa a las acciones buenas de los trabajadores.  En este sub-criterio la empresa ha de especificar qué desarrolla para:

• Ordenar la política de movilidad y retribución.
• Considerar la buena actuación de las personas manteniendo su grado de implicación.
• Divulgar y aplicar la política de prevención de riesgos laborales.
• Establecer planes de actuaciones sociales.
• Promocionar actividades y acciones de carácter cultural y social.
• Promover servicios de naturaleza complementaria.

Conclusiones

Para posibilitar la aplicación del criterio 3 de “Personas” del Modelo EFQM de Excelencia, se estima considerar los siguientes aspectos como muy importantes:

• El concepto “personas” afecta a la totalidad del Modelo EFQM de Excelencia.
• La mejora continua, que es la base del Modelo EFQM de Excelencia, puede solamente obtenerse si se gestiona a las personas de la organización de una forma distinta y no como si se trataran de un recurso.
• Asimismo, en esta misma dirección de alcanzar la mejora continua, la participación sólo pueden producirse voluntariamente por parte de los miembros de la organización por lo que es necesario involucrar y comprometer a las personas en los fines de la empresa.
• La política y estrategia de la gestión de las personas de la organización queda establecida en el criterio 2 del Modelo. En el criterio 3-Personas se analiza su  aplicación y despliegue.
• La utilización de una filosofía de excelencia empresarial requiere de un proceso que se estructura en fases precisas. En cada una de estas fases,  el ajuste “interno” o la coherencia entre los diferentes ámbitos de gestión predomina sobre el avance hacia la situación objetivo.
• El proceso de práctica de la filosofía de excelencia puede verse parado por la existencia de destacadas inercias estructurales en algunos de los sectores de la gestión.

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