HSE y el futuro de la protección del trabajador

HSE

Los sistemas de Gestión HSE están sufriendo cambios constantes en los últimos meses debido a la situación mundial y por ello es imprescindible, además de su adaptación a estas nuevas situaciones, pensar en el futuro de los mismos y adelantarse a las necesidades futuras.

El objetivo central de cualquier sistema de Gestión para la seguridad y salud en el trabajo, es efectivamente proteger la seguridad y salud de sus trabajadores. Ha sido menester de los responsables de HSE idear estrategias que permitan cumplir este objetivo de manera eficaz y práctica. Pero en estos tiempos de pandemia, ¿Cuál es el futuro de la protección del trabajador, y nuestro rol cómo responsables de la seguridad y salud?

Y es que a medida que vamos conociendo más detalles del comportamiento del COVID-19, menos preparados nos sentimos frente a las medidas de protección que se deben implementar. Para esto sería válido realizarnos las siguientes preguntas:

• ¿Quiénes, además de las organizaciones con riesgo biológico identificado por otros factores, habían identificado el peligro, y, además, habían evaluado el riesgo con alto impacto dentro de su organización?
• ¿Quiénes dentro de su plan de continuidad del negocio, habían previsto condiciones que permitieran a la organización continuar operando a pesar de una pandemia de esta magnitud, que en el caso de Latinoamérica se ha extendido ya por 6 meses y por más de 10 meses a nivel mundial?

En este contexto, es necesario que podamos tener un balance entre la situación actual y el objetivo de nuestros sistemas de Gestión de Seguridad y salud en el Trabajo. Para nadie es un secreto que los esfuerzos de las organizaciones deben estar enfocados a la prevención de contagios, pero también es importante no dejar de lado los peligros propios de las labores previamente identificados.

¿Cómo lograr el balance?

Para aquellos puestos de trabajo en donde no es posible realizar teletrabajo o trabajo desde casa, entiéndase como dos conceptos diferentes, es necesario realizar protocolos de bioseguridad que permitan el normal desarrollo de las labores, así como generar conciencia en los trabajadores, quienes deben saber que ésta es nuestra nueva realidad, y que del éxito de estas medidas dependerá la vuelta a la normalidad como la conocíamos.

Los protocolos de bioseguridad y medidas adicionales para la prevención de contagios, deben ser implementados dentro de las actividades normales desarrolladas por el trabajador y adaptarlas como medidas de prevención de nuestro sistema de gestión.

Un trabajador que realiza labores de trabajo de alturas, por ejemplo, debe tener como rutina diaria, el inspeccionar sus elementos de protección personal, realizar las inspecciones pre operacionales correspondientes, los permisos de trabajo en alturas, pero también debe incluir ahora rutinas que le permitan desarrollar su labor sin estar preocupándose por el riesgo al contagio, o por el contrario, no puede entonces enfocarse únicamente en las medidas de prevención del COVID-19 y olvidar las medidas de prevención adicionales para la prevención de un accidente u otra enfermedad derivada de la labor propia.

Esto es lo que podemos controlar en nuestras labores propias de la organización, pero, ¿Qué pasa con aquellas actividades no propias y que pueden incrementar los contagios? Un trabajador se debe desplazar desde su lugar de vivienda hasta el lugar de trabajo y viceversa, y es allí, por ejemplo, donde está el reto de los protocolos de bioseguridad y actividades de protección a aplicar.

Es muy importante no dejar la responsabilidad al trabajador, es decir que decida cómo considera la forma más segura de protegerse. Es necesario que, dentro de nuestro sistema de gestión, se identifiquen ahora, los peligros a los que estará expuesto el trabajador inclusive en actividades no propias de su labor e incluyamos esos elementos de protección, con sus características específicas, y con las que vamos a dotar a nuestro trabajador. Los protocolos de bioseguridad deben ser extensivos también a estas actividades pensando igualmente en el bienestar de su familia.

Ahora bien, los elementos de protección personal se identifican y entregan dependiendo de la labor a realizar y el peligro al que el trabajador esté expuesto. Para el caso de un soldador, debe tener su respectiva careta, guantes, traje para soldar, etc. Pero en la realidad actual y futura, nos damos cuenta que los elementos de protección personal tradicionales, son insuficientes.

Así mismo, el universo de trabajadores que requieren elementos de protección se amplió sustancialmente, y no solo el elemento, sino el entorno en donde se debe buscar la protección del mismo. Es muy importante identificar, cuales son aquellos puestos de trabajo que ahora requieren una protección adicional e identificarlos en nuestra matriz de elementos de protección personal con el fin de generar acciones que permitan la protección del trabajador

¿Cuáles entonces son los elementos idóneos para proteger al trabajador?

Es muy importante encontrar el balance entre lo que se venía realizando para la protección del trabajador y lo que se debe realizar ahora para esa protección adicional. No podemos caer en la implementación de medidas que finalmente no lleven a la protección del trabajador sino por el contrario, debemos ser racionales y buscar aquellos elementos de protección que sean efectivos dependiendo de lo que queramos proteger.

Esto es posible con una buena metodología de identificación de peligros, valoración de riesgos y determinación de controles, como también de los requisitos legales aplicables que nos ayuden a evaluar cuales son las mejores medidas de protección dependiendo de la naturaleza de nuestra organización.

El reto para los responsables HSE seguirá siendo buscar las mejores estrategias para la prevención de accidentes y enfermedades laborales de los trabajadores, basándose en los elementos fundamentales para una correcta implementación de un sistema de Gestión: sumados a los mencionados anteriormente, podemos hablar de la definición Objetivos claros, realizables y medibles, que se sea la entrada para la generación de actividades que busquen la protección del trabajador

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