La salud en el trabajo: promoción vs vigilancia

Salud en el trabajo

La información que nos ofrecen los exámenes de salud realizados a los trabajadores, ayuda a determinar las áreas de mejora en la salud de la plantilla. Para ellos es necesario definir un plan de intervención y diseñar las acciones concretas a desarrollar, según los medios disponibles.

El envejecimiento de la población crece de forma progresiva durante las próximas décadas, lo que supondrá una diferencia considerable entre la población laboral que se encuentra disponible y el número de personas que ésta tiene que mantener. La prevención de riesgos laborales deberá plantearse un nuevo reto, y este será dirigir los esfuerzos junto a las administraciones públicas en cuanto a la promoción de la salud en el trabajo. El fin que se persigue es garantizar que esta población laboral se mantenga sana y productiva durante el mayor tiempo posible. Lo que se quiere conseguir es que una empresa en lugar de evitar los daños a la salud genere salud a los trabajadores.

La vigilancia de la salud en el trabajo puede ser un punto de inicio durante la implementación de la promoción de la salud en el trabajo. Es necesario establecer los objetivos y las actuaciones a llevar a cabo en la promoción de la salud en el trabajo, siendo preciso poder extraer de los exámenes de salud otros datos que incluyan conceptos ligados a la promoción de la salud y no sólo nos referimos a las condiciones de trabajo. Los exámenes de salud en el trabajo pueden constituir una buena oportunidad para llevar a cabo pruebas adicionales que, según la edad, el sexo u otras variables relevantes, lo que permite la detección precoz de enfermedades. Además, constituye un momento propicio para motivar la adquisición de unos hábitos más saludables.

Algunos ejemplos de los indicadores que nos pueden servir de referencia, después de realizar los exámenes de salud en el trabajo, son:

• Realización de actividad física.
• Consumo de tabaco.
• Consumo de alcohol.
• Índice de Masa Corporal.
• Tensión arterial.
• Parámetros analíticos.
• Identificación del Nivel de Riesgo Cardiovascular.
• Prevalencia de enfermedades osteomusculares.

Según los indicadores de salud en el trabajo, se priorizarán las posibles líneas de actuación en cuanto a la promoción de la salud en el trabajo que se debe seguir en un periodo de tiempo establecido. Gracias a esto, se podrá controlar la incidencia y la evolución de las actuaciones en los siguientes exámenes de salud.

La promoción de la salud en el trabajo ya se encuentra desarrollada en las administraciones públicas. Hasta ahora, los principales esfuerzos se encuentran centrados en la prevención de enfermedades crónicas, sobre todo las cardiovasculares y el cáncer. Estas constituyen uno de los principales motivos de mortalidad en los países industrializados. Muchos de estas enfermedades se encuentran vinculadas a factores de riesgos que tiene que ver con los hábitos culturales: fumar, consumir alcohol u otras drogas, llevar una vida sedentaria, tomar una dieta no saludable, etc.

Las acciones de promoción de salud en el trabajo

Todo son hábitos modificables, y por esto suponen un objetivo primordial en cuanto a las acciones de la promoción de salud en el trabajo. Además, se pueden utilizar instrumentos que se encuentren cribados para detectar las enfermedades en una fase precoz e incrementar todas las probabilidades de curación posibles. Aunque en este sentido ya existen protocolos de actuación implementados desde el sistema público de salud, se deberán complementar desde un ámbito laboral. Las acciones de promoción de salud en el trabajo que son muy sencillas pueden garantizar una importante eficacia. Podemos poner el siguiente ejemplo, realizar una campaña de vacunación contra la gripe puede evitar que un gran número de empleados contraigan la enfermedad. Esto quedaría reflejado en una reducción del absentismo en la organización.

Para que la población envejezca de forma saludable deberá estar apoyada con acciones de promoción de salud en el trabajo y de programas de prevención de enfermedades a lo largo de la vida, sobre todo de la laboral. Mejorar la salud de las personas que se encuentran en edad laboral contribuirá para generar una población sana y productiva, lo que hará que se favorezca un envejecimiento saludable. Las organizaciones deben comprender que sale mucho más barato prevenir enfermedades profesionales y accidentes laborales tomando las medidas necesarias, que no hacerlo y tener empleados que se dan de baja por enfermedad o por accidentes de trabajo.

Por este motivo, cada día son más las organizaciones que se implican en el bienestar de los trabajadores. Se trata de organizaciones que se encuentran concienciadas con la promoción de salud en el trabajo y lo ven como un instrumento positivo para favorecer  y mejorar el rendimiento laboral.

En la mayoría de leyes de prevención de riesgos, se señala al empresario como el responsable de velar por la salud de sus empleados. Este deberá promover la realización de exámenes de salud de forma periódica, siempre en función de los riesgos a los que se encuentran sometidos.

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