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Norma ISO
Los estándares ISO fueron creados con el fin de garantizar un marco común a nivel internacional. A través de estas normas, de carácter voluntario, se establecen una serie de requisitos que todas las empresas que deseen obtener esta certificación, deben cumplir.
Las normas ISO regulan aspectos diversos, como la gestión de la calidad, Ambiental o la gestión de riesgos y seguridad, entre otros. Sin embargo, ¿alguna de estas normativas puede luchar contra la corrupción?
La corrupción es quizá el principal obstáculo para el buen rendimiento de las empresas y del mercado en general. Ya sea en el sector público o privado, su incidencia negativa es un factor que no debe mirarse con indiferencia.
Los sobornos, las comisiones ilegales, las mordidas y demás mecanismos para desviar fondos o emplearlos en función de intereses personales, constituyen un caldo de cultivo ideal para disminuir la confianza, la inversión, la firma de acuerdos o negocios y, claro, está, el desarrollo.
Pero no sólo eso. Las prácticas corruptas también tienen una relación directa con otros problemas globales, como por ejemplo la desigualdad social, la pobreza, la destrucción de sistemas judiciales y la impunidad. Según cifras del Banco Mundial, anualmente se paga en el mundo cerca de 1 billón de euros en sobornos.
En el sector empresarial, los efectos también tienen un efecto significativo. De acuerdo a estimaciones de Transparencia Internacional publicadas en 2014, un 27% de 3.000 empresarios encuestados indicó haber sido perjudicado por las malas prácticas de sus competidores, sobre todo a la hora de adjudicaciones o concesiones.
Los mecanismos nacionales de lucha contra la corrupción, unos más fuertes que otros, a veces se revelan impotentes. Su círculo de acción se queda corto ante la inmensidad de un mal que día a día se convierte en un reto mundial.
La alternativa de ISO: la norma 37001
Cada provincia, país, región o continente tiene sus propios recursos para luchar contra la corrupción. Códigos, leyes, normas, sanciones y manuales constituyen el conjunto de recursos a los que puede acudirse para tal fin.
Sin embargo, a nivel internacional el reto sigue siendo el planteamiento de estándares que ayuden a medir el impacto de las prácticas ligadas a la corrupción y establezcan sistemas de prevención.
La familia normativa ISO lleva varios años contribuyendo en ese sentido. A finales de 2014 publicó el estándar 19600, que trata sobre el asesoramiento legal de las empresas, y para el año 2016 tiene prevista la aparición de la norma 37001, la cual estará centrada en la prevención del soborno y la aplicación de buenas prácticas. ¿Qué características tendrá esta norma y cómo podrá aplicarse?
1. Objetivo principal:
La norma 37001 no castiga la corrupción. Su objetivo es la implementación de sistemas corporativos que permitan identificar, prevenir y gestionar el soborno. En ese sentido, plantea una serie medidas que deben tomarse en las empresas.
2. Tipo de empresas:
La norma está diseñada para pequeñas, medianas o grandes empresas, bien sean del sector público o del privado. Se adapta con facilidad a estructuras de todo tipo y no es exclusiva de un mercado en concreto.
3. Alcance internacional:
Esa flexibilidad y adaptabilidad también se hace efectiva cuando se trata de fronteras. La norma 37001 puede aplicarse en cualquier país que haya acogido los principios que establece la Organización Internacional de Normalización (ISO).
4. Acciones concretas:
Para que una empresa obtenga la certificación ISO 37001, es necesario que implemente una serie de medidas. Entre ellas destacan, en un primer nivel, la puesta en marcha de una política interna anti-soborno y un liderazgo y compromiso permanentes entre sus niveles directivos. Asimismo, es necesario delegar la supervisión de las acciones contra el soborno en un cargo específico y proporcionar formación a todos los integrantes de la organización. Por último, no hay que olvidar la presentación de informes o balances de actividades para favorecer la rendición de cuentas y la transparencia.
5. Principales beneficios:
La norma ISO 37001 no sólo implementa un sistema anti-soborno. Su labor va mucho más allá. Por ejemplo, aumenta el nivel de responsabilidad de los equipos de trabajo, promueve el sentido de pertenencia y la confianza, mejora los niveles de rendimiento de cada estructura y optimiza la imagen de la marca hacia el exterior. También genera aportes para el archivo de documentos y el historial de procesos.
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