| 25 años generando CONFIANZA
Responsabilidad Social Corporativa
En las últimas décadas, el término Responsabilidad Social Corporativa se ha ido haciendo un importante hueco dentro del sector empresarial. Cada vez son más las empresas que se preocupan por los demás, empresas solidarias que asumen sus responsabilidades e invierten en la mejora de su entorno, tanto social como físico o ambiental. Pero, ¿en qué consiste esta responsabilidad solidaria?
Un error común consiste en pensar que la responsabilidad de una organización acaba con la venta de un producto o servicio. Es decir, que el intercambio de un bien es en sí mismo el único propósito que persiguen las empresas.
En realidad es todo lo contrario. La venta es apenas uno de los muchos elementos que definen la responsabilidad social corporativa, que se refiere al impacto que genera la actividad de una compañía en el entorno en el que opera.
Dentro de este concepto, desarrollado a partir de la Conferencia de Estocolmo (1972) o del protocolo de Kyoto (1997), se incluyen todos aquellos aspectos que se deriven de las actividades de las empresas, bien sean sanitarios, civiles, ambientales, políticos, económicos, jurídicos, culturales, entre otros.
Sin embargo, para precisar aún más el concepto, las teorías del desarrollo sostenible han elaborado el ‘Esquema de la Responsabilidad Social Empresarial’, un documento que define los tres tipos de entornos sobre los que operan las empresas:
a) Socio-laboral:
En primer lugar, se refiere al nivel de bienestar y seguridad laboral de los empleados que integran las entidades: flexibilidad, seguridad social, igualdad de oportunidades, prestaciones, derecho a la agremiación, clima participativo, entre otros. De otro lado, incluye a la comunidad en la que las empresas están localizadas.
b) Económico:
Habla del mercado en el que las empresas operan y de las acciones responsables sobre cuestiones como los derechos de los consumidores, la información adecuada, precios justos e implicación oportuna con los proveedores.
c) Ambiental:
Para contribuir al cuidado del medioambiente, las empresas no sólo deben cumplir con las legislaciones vigentes. Además, es necesario que tengan en cuenta aspectos como la gestión de residuos, el reciclaje, las características de los envases, el transporte de las mercancías y el consumo responsable de energía y de otros recursos.
Fundamentos de la Norma ISO 26000
En la actualidad, esta responsabilidad solidaria de las empresas se halla institucionalizada en varios documentos o normativas internacionales, como por ejemplo las directrices de la OCDE, el Libro Verde de la Unión Europea o la norma SA 8000.
Sin embargo, el estándar más destacado en este campo es la norma ISO 26000, en la que se incluyen definiciones, principios, prácticas y material fundamental que orienta a las empresas en su objetivo de crear un marco de responsabilidad social. Fue redactada en 2010 y cuenta con el consenso de más de 90 países.
Las directrices que proporciona sirven de ayuda para empresas de todo tipo: privadas o públicas, pequeñas o grandes y provenientes de cualquier sector de la industria.
El objetivo fundamental es contribuir a que cada compañía, independiente del sector en el que opere o de su naturaleza, desarrolle sus labores dentro de un marco social en el que primen la responsabilidad, el desarrollo sostenible y el mejoramiento de la relación con cada uno de los agentes con los que entra en contacto.
Al contrario que otros estándares de la familia ISO, la norma 26000 no es certificable; simplemente sugiere y aporta elementos para que las empresas puedan adaptarse a los principios de la responsabilidad social.
En este sentido, define con precisión siete principios básicos que deben incorporar las empresas de cara a la puesta en marcha de acciones responsables:
- Rendición de cuentas: disposición a someterse a auditorías, revisiones fiscales o inspecciones por parte de las autoridades competentes.
- Transparencia: explicar e informar con veracidad sobre cada uno de los procesos que tienen lugar en la organización.
- Comportamiento ético: las acciones de las empresas siempre deben estar dentro de unos principios y valores que garanticen el interés general.
- Respeto a los intereses de las partes: todas las partes tienen un interés en las prácticas empresariales: distribuidores, proveedores, clientes, gobiernos, etc.
- Respeto a la legalidad: qué tanto tienen en cuenta las empresas las legislaciones nacionales, regionales o locales.
- Respeto a la normativa internacional: también es necesario seguir las líneas de los estándares internacionales o las certificaciones sobre responsabilidad.
- Respeto a los Derechos Humanos: no sólo en relación a los consumidores y las comunidades del sitio en el que operan; también en cuanto a sus empleados en temas laborales y de seguridad social.
Ventajas de automatizar tu Sistema de Gestión de Responsabilidad Social con ISOTools
Ahora implantar y automatizar tu Sistema de Gestión de Responsabilidad Social, es más fácil con ISOTools.
Gracias a ISOTools, una herramienta tecnológica, cuyo diseño y estructura hace que sea muy intuitiva y fácil de manejar, obtendrás grandes ventajas a la hora de gestionar la Responsabilidad Social Corporativa conforme la norma ISO 26000.
Este Software ISO te ayudará a mejorar la comunicación dentro de tu empresa, ser más eficientes, gestionar las quejas de manera rápida y llevar un control más eficaz de todo lo que acontece en la empresa, entre otros muchos beneficios.
¿Desea saber más?
Entradas relacionadas
En el mundo empresarial actual, donde la integridad y la transparencia son esenciales para construir confianza, las organizaciones…
La gestión de investigaciones internas en las empresas es clave para proteger la integridad empresarial, prevenir los riesgos y fortalecer la...
La estructura de ISO 42001 es la acostumbrada por ISO para sus estándares certificables, y con posibilidad de…